Jornada 3, sábado 23 de noviembre de 2013
No hemos perdido un hijo, hemos ganado una
nuera
El partido de este sábado tenía para algunos cierto morbo, ya que completaba la
manita de enfrentamientos con el equipo UNAMI FEMENINO en apenas un año,
aproximadamente. Y además con un pleno de victorias para la ANEJA. Es decir, que
nos tenían muchas ganas (todas deportivas, ¿eh?) y habían esperado el momento
oportuno para pegarnos el zarpazo: paso de categoría de sus bestias negras (por
cierto, ahora en el UNAMI INFANTIL, que una cosa es que haya rivalidad deportiva y
otra cosa es trascenderla más allá de la cancha de juego, por supuesto), principio
de temporada para las nuestras (ya saben todos que nuestros equipos llegan al final
de temporada mejor preparados y les dan menos opciones) y alguna que otra
argucia añadida (el árbitro era su antiguo entrenador y, sorprendentemente, una de
sus jugadoras “se sintió indispuesta en el minuto 1 del primer cuarto”, como reza el
acta). Pero no pongamos excusas -tampoco nos hacen falta-, ya que lo que está
claro no precisa muchas explicaciones. El partido lo perdimos fundamentalmente en
defensa (24-47) y debido a que nuestras chicas tienen todavía más ganas que
capacidad de reacción -por falta de entrenamiento- para enfrentarse a estrategias
de mayor calado. Pero, ya lo hemos comentado, precisamente son esas ganas que lo
ponen lo que nos hace sentirnos contentos a pesar de las derrotas y seguir
albergando esperanzas de un futuro prometedor. Y decimos que el partido se perdió
en defensa, porque no tienen todavía asimilado el concepto de defensa individual ni
tienen asumida la carga de responsabilidad que conlleva este marcaje hombre a
hombre/mujer a mujer. Se escaparon con mucha facilidad las del UNAMi y
obtuvieron canastas muy rápido sin dificultad ni oposición. La otra clave estuvo en
la pérdida de balones; demasiados balones perdidos inocentemente, que supusieron
cada uno un contraataque peligroso y una sensación continua de agobio. No
obstante, nos reservamos para el final las referencias al ataque, porque ahí es
donde las nuestras lo hicieron mejor, como evidencia el hecho de haber llegado a
marcar esos nada desdeñables 24 puntos. Y es que en ataque se manejaron con
soltura, movieron el balón y cogieron rebotes, todo un alegato en su favor. Lo que no
nos parece justo ni refleja la diferencia real que puede haber entre los dos equipos,
es esa gran distancia en el marcador, con las del UNAMI prácticamente duplicando
nuestros guarismos. Nos quedamos con el cuarto sexto, tras el descanso, que
ganamos con claridad, al dejar el UNAMI sus dos
mejores jugadoras en el banquillo. Y a destacar los
8 puntitos de Lucía Meléndez, que ya apunta muy
buenas maneras. La cara más agradable y
simpática de la jornada la protagonizaron las
madres de nuestras jugadoras, que provistas de
unos pompones elegantísimos se pasaron la
mañana animando a rabiar cada una de las jugadas
de nuestro equipo. Flipante. Sentimos no poderos
ofrecer ninguna instantanea de este evento singular,
pero es que nuestro reportero especial Tribulete se presentó sin batería en su
máquina de fotos. Será en el próximo partido. En fin, parodiando lo que dicen
algunas madres después de casar a sus hijos, “no hemos perdido unas buenas
jugadoras, hemos ganado unas excelentes animadoras”. Los sextos reflejaron los
siguientes resultados: 0-5; 4-14; 2-8; 10-2; 4-12 y 4-6. Y estos fueron los anotadores:
Lucía Meléndez (8), Ángela (6), Éric (4) y Lily (2).