Fuera de juego  Un año más, y es el sexto año consecutivo, los del Colegio “FRAY JUAN”, que  es como nos denominan en esta competición, estuvimos presentes en el campo  de fútbol de Carbonero el Mayor, para participar en la ya décimo séptima edición  del Campeonato de Fútbol 7 de Carbonero.                                                       Nos encanta este campeonato (sobre todo a los alumnos del colegio que se  pasan todo el curso preguntando cuándo se va a realizar), ya que nos permite  formar un mismo conjunto con todos los jugadores del colegio de diferentes  equipos y clubes de Segovia -lo que concocemos como la ·selección del cole” y,  con la excusa, tener un fin de semana de sana convivencia entre todos los  miembros de nuestra comunidad educativa.  Este año, sin embargo, la cosa no se nos dio demasiado bien. Y no lo decimos  precisamente por los resultados obtenidos, que fueron ciertamente más bien  mediocres y, por primera vez, no tuvimos ningún representante en el cuadro de  honor final, el de los premios. La decepción principal vino por no haber pasado  con ningún equipo a semifinales y finales, por supuesto, pero, sobre todo, por lo  que supuso de merma significativa de esos agradables momentos de convivencia,  alegre y festivamente vividos en años anteriores; eso es lo que más nos ha dolido  y a eso dedicamos nuestro titular de la crónica: la lástima, pues, fue que este año  nos quedamos todos rápidamente fuera de juego. Es la primera vez en la historia  de este campeonato que este humilde cronista se fue a comer a casa.  La verdad es que el primer revés le tuvimos antes de aistir, ya que no pudimos  formar el equipo prebenjamín que habíamos inscrito y tuvimos que renunciar a la  plaza que la organización nos había cedido en esta categoría (hay que tener en  cuenta que la asistencia a este campeonato es por invitación directa del  Ayuntamiento de Carbonero; cuando nos preguntaron los posibles equipos a  llevar, nos limitamos a decir que los mismos del año anteiro, en un clarísimo error  de cálculo, ya que los cursos de pequeños cada vez tienen menos alumnos y  menos futboleros). No obstante, debemos dar las gracias a la organizaxión -como  siempre muy eficiente y detallista-, ya que cubrió nuestra baja con un equipo  propio y mantuvo el nombre de nuestro colegio, para provocar la mínima  repercusión.  Presentamos, eso sí, el resto de los equipos previstos: Alevín, Benjamín e  Infantil Femenino. En la categoría Alevín, aunque teníamos alguna baja significativa, como la de  Mario Martín (en la selección de Castilla y León), se presentaba un equipo muy  fuerte y competitivo. El primer partido, contra OTERO, empezó muy bien,  llegándose al descanso con un 4-0, que no dejaba lugar a dudas de quién era el  dueño y señor del partido hasta ese momento. Lo que ocurrió en la segunda parte  no es créible ni casi descriptible; la cruda realidad es que el partido se empató a  4. Con este resultado no quedaba otra opción que ganar al todo poderoso  COLEGIO DIOCESANO. Los nuestros jugaron contra los de Ávila uno de los  mejores partidos que se recuerda en este campeonato, pero la suerte no  acompañó para nada (palos incluidos) y se perdió por la mínima (1-0). Por su  parte, el DIOCESANO ganó 3-1 a OTERO, como no podía ser de otra manera y  terminó segundo del torneo, después del Construcciones Bogdan, que ya  sabemos todos que es el UNAMI ALEVÍN, campeón de la Liga de Segovia, un  equipazo de nucho cuidado, pero al margen de la filosofía de selección natural  que enmarcó la primogénita iniciativa que dio origen a este campeonato.                        En la categoría Benjamín, la historia fue de otra manera. Se ganó con  contundencia a ORTIGOSA por 3-0. Nuestro equipo benjamín se presentaba con el  mismo equipo y entrenador que ya ganara el campeonaro hace dos años, en la  categoría prebenjamín. Sin embargo, en el segundo partido se jugaba contra un  equipo que se hace llamar ZARZUELA, pero que en realidad es una mini selección  de jugadores traídos de diferentes equipos (vamos, la misma desvirtuación que ya  apuntábamos un poco más arriba con el encubierto UNAMI). El partido, de  cualquier manera, trascurría bien, controlado por los nuestros, hasta que algunos  jugadores del otro equipo se empezaron a emplear con un juego algo violento, con  la permisividad arbitral. La derrota por 4-2 dejaba a los nuestros fuera de las  semifinales, ya que ZARZUELA había ganado a ORTIGOSA por 5-0. La final la  perdió ante CANTIMPALOS, por penaltis (desconocemos si el equipo ganador se  reforzaría también o jugó exclusivamente con lo propio).                                                 Finalmente, las chicas jugaron su primer partido contra CANTIMPALOS, el más  igualado de los dos, aunque se perdió por 4-0. Con Cuéllar no hubo ninguna opción  casi ni a la diversión, ya que se perdió por 15-0. El problema es que los equipos de  chicas son en teroría infantiles, pero se permite alguna jugadora cadete; el  equipo de Cuéllar era prácticamente todo él de jugadoras cadetes. Y, por si cabía  alguna duda de a qué venían al campeonato, a pesar del marcador  meridianamente claro a su favor a lo largo de todo el partido, sus jugadoras más  flojitas casi no jugaron nada. Y el otro aspecto a considerar es que, en esta  categoría, había dos equipos nuevos y aparentemente más asequibles, pero  estaban en el otro grupo.  Los que llevamos ya asiatiendo a las 17 ediciones de este campeonato  venimos observando que la organización sigue siendo extraordinaria y el trato  exquisito, e incluso se van superando cada año. Sin embargo, la filosofía empieza  a enturbiarse. Comenzó siendo un campeonato en el que cada colegio o localidad  jugaba con lo que tenía. Actualemnte hay demasiada ansia de ganar a toda costa.  Hemos tenido que pasar por casos puntuales, como aquel entrenador de infausto  nombre que nos colocó alumnos de la ESO en el equipo Alevín (con tan mala  suerte que eran comnpañeros de alguno de los hermanos de nuestros jugadores),  Pero el empleo premeditado y sistemático de mercenarios es un ataque frontal y  muy dañino en la misma línea de flotación de este campeonato, o así al menos  nos lo parece a nosotros. No sabemos en qué medida esta forma de actuar puede  dañar el orgullo y la idiosincrasia de algunos de los pueblos más futboleros de  nuestra provincia, ni nos interesa. Pero es evidente que esta estrategia espuria  de formar equipos con lo que en realidad no se tiene, condiciona muy mucho la  forma y manera en la que los demás nos tenemos que enfrentar a ellos. Aunque el  aviso a los padres y a los alumnos de nuestro centro ya se realiza en la propia  inscripción de los últimos años (”es una selección para jugar un torneo bastante  competitivo” -impensable esta advertencia en los inicios de este campeonato) lo  cierto es que hasta ahora podían jugar todos más o menos y salían contentos  (nada más hay que ver con que impaciencia esperan la celebración todos los  años). Sin embargo, en las últimas ediciones estas expectativas se van dejando  de cumplir; es necesario jugar cada vez más al estilo de una competición  federada (aguantar las alineaciones -ya que todos sabemos que los cambios  excesivos producen desequilibrios-, para poner en valor también a nuestros  equipos, que son buenos equipos y exclusivamente formados por alumnos del  colegio) y se dejan de cumplir los objetivos básicos de nuestro Programa, por lo  que debemos replantearnos muy seriamente si seguimos participando en estas  condiciones. Es otra de las razones de nuestro titular: este año, como ninguno,  nos hemos sentido “fuera de juego”. Todo se estudiará.                                             Finalmente, dar las gracias a los padres que están colaborando  estrechamente con el centro para desarrollar este y otros torneos, y en concreto  a Octavio Busnadiego, a Enrique Calero y a Santi Peraíta (aunque no pudo  estrenarse esta vez), entrenadores de los equipos de las diferentes categorías del  colegio; sin ellos no sería posible asumir estos compromisos deportivos.   Pinchando aquí podréis seguir los pormenores del campeonato en su página  oficial.          Equipo ALEVÍN con Octavio Busnadiego, su entrenador         Empieza el partido. Pablo dainstrucciones a su hermano Miguel.        Octavio habla con sus jugadores en el descanso del partido.                                 Los componentes del equipo ALEVÍN      Desilusionados, tras el partido contra el DIOCESANO                            Equipo BENJAMÍN del FRAY JUAN