Jornada 5 No mandé mis naves a luchar contra los elementos... Dicen que Felipe II, tras la derrota de la Armada Invencible ante los ingleses,  expresó esa famosa frase que se resume en que había mandado a sus naves a  luchar contra los hombres, pero no contra las tempestades, en alusión a la mejor  excusa que encontró el Duque de Medina Sidonia para justificar su ineptitud y lo  que en verdad fue una derrota estratégica en toda la línea.  No es el caso, puesto que aquí no hubo derrota estratégica, ni mucho menos, y  la frase encaja como anillo al dedo, ya que, nuestras chicas, que fueron por delante  durante todo el partido, iban a luchar contra unos jugadores masculinos y se  encontraron con los elementos, esta vez materializados en jugadores de rugby, por  un lado, y en árbitros superpermisivos con el juego brusco y tosco, por el otro.  Total, que recibieron infinidad de faltas, la mayoría de ellas no pitadas, y los  machitos, permitidos por el duo arbitral, acabaron intimidando a las nuestras hasta  ganarlas en los últimos minutos del partido, después de un último cuarto de “dale  que te pego”, con numerosos tiros libres a favor, la mayoría de ellos fallados.           Una pena, porque nuestras jugadoras hicieron un buen partido, al margen de la  inseguridad que acabaron generando en su juego de ataque, ya que se  preocupaban más de calcular por dónde las vendría el palo que la forma en que  debían ejecutar lanzamientos o entradas a canasta. En este “juego de tronos” supo  moverse mejor Fátima, sin duda, que tiene más envergadura y anduvo con menos  miramientos, pero acabó también finalmente con los brazos amoratados y  resignada.   El apartado de las faltas lo dice todo: 17 de ellos por 5 de las nuestras.  Parciales:  12-6 / 4-10 / 4-2 / 2-2 / 11-7 / 2-10 Anotadoras: Fátima (13), Nerea (6), Natalia (4), Lucía Manzanares (4), Pilar (2),  Sara (2), Julia Busnadiego (2) y Paula Manzanares (2).  Aneja  35  -  Cuéllar  37