Después de la decepción del año pasado, en el que bajó significativamente la  participación y no fuimos capaces de pasar de la primera fase con ningún equipo  (los cruces no nos fueron propicios y acabamos comiendo en casa, lo que no había  ocurrido en ninguna de las ediciones anteriores), no esperábamos mejor suerte,  cuando inscribimos a los equipos en el mes de marzo.  Pero está claro que con esta comunidad educativa y deportiva todo puede  ocurrir y puedes esperar hasta lo imposible. Para empezar, este año, en la edición  décimo octava de este campeonato, recuperamos el equipo prebenjamín, gracias a  la labor de Santi Peraíta a lo largo de todo el curso, y además por partida doble, A  y B (eso sí, encuadrados ambos equipos en el grupo B del torneo, ya que nuestros  prebenjamines eran prácticamente todos del primer año). Por otro lado, la propia  organización nos pidió dividir el equipo de alevines en dos, dado que teníamos un  número muy alto de integrantes, gracias a la labor constante año tras año de  nuestro otro gran entrenador, Octavio Busnadiego. Uno jugaría en el grupo A y otro  en el B. Total que, de buenas a primeras, teníamos inscritos más equipos que  nunca (seis equipos) con todo un récord de participantes (alrededor de 50  futbolistas). Una gozada. Sólo en esta comunidad educativa se puede dar la  circunstancia de que, en un fin de semana como este, con tres días de fiesta, casi  40 familias sean capaces de dedicárselos a sus hijos y pasar prácticamente dos  días enteros en el campo de fútbol de Carbonero el Mayor.   La verdad es que, siempre lo hemos dicho, este campeonato de fútbol 7 lo  merece. Está muy bien organizado, nos tratan maravillosamente bien, tienen  detalles para todos los niños y cumple a la perfección con todos las premisas y  condiciones de nuestro programa general de deporte educativo y en familia.  En definitiva, presentamos dos equipos prebenjamines en el grupo B; un equipo  benjamín en el grupo A; dos equipos alevines, uno en el grupo A y otro en el B; y un  equipo femenino.  En el apartado de trofeos, se consiguieron tres, todos de subcampeones; el  equipo prebenjamín A en el grupo B; el equipo alevín A, en el grupo A; y el equipo  alevín B, en el grupo B.  Aquí tenéis un amplio reportaje fotográfico. 
¡Dos jornadas de campeonato!
Entrenamientos previos en el  campo anexo al Perico Delgado, de  la mano de Octavio Busnadiego. 
Santi pone a punto a los jugadores que ha estado entrenando a lo largo del año  para el Diversala y a alguno más que se le ha añadido del equipo benjamín. 
Equipo prebenjamín B que jugó su primer partido contra el Cuéllar B y empató a  3 goles. Después ganaron los penaltis, lo que fue clave para la clasificación para la  final, ya que el otro equipo del grupo era Cantimpalos B, que era muy flojo y tanto  Cuéllar como nosotros les ganamos fácimente (en nuestro caso, 1-8). Eran dignas  de verse las caras de ilusión tras las victorias de unos jugadores que llevaban toda  la liga Diversala sin ganar ni empatar un solo partido. 
Una victoria bastó para que cogieran auténticas hechuras de equipo. Aquí les  tenemos antes de su segundo partido contra Cantimpalos. 
Después llegó el turno para los alevines B, que empezaron jugando contra el  equipo femenino de Carbonero C y ganaron por 1-6. En el segundo partido  perderían 1-0 contra Zarzuela B, pero se clasificaron para la final del grupo B,  contra este mismo equipo. Abajo posan con Octavio. 
A continuación debutaron los benjamines en el grupo A. Tuvimos muchos  problemas para componer un equipo completo, ya que contábamos con numerosas  bajas por la celebración de otros torneos a los que asistían los equipos federados  en los que militan jugadores básicos de este equipo benjamín. Los que jugaron  hicieron lo que pudieron, primero contra Zarzuela A (perdimos 12-1) y por la tarde  contra Ortigosa, que nos ganó 5-0. Abajo equipo que jugó por la mañana, con alguna  ayuda prebenjamín. 
Los prebenjamines B jugaron su segundo partido, contra Cantimpalos, y  tuvieron que ponerse unos petos naranjas, ya que coincidían las indumentarias. 
Llego la hora de comer y fuimos a recoger los famosos tortos para los  jugadores que se quedaron en el campo hasta la jornada de tarde. 
Por la tarde, llegó el turno de las chicas. El equipo femenino estaba también  especialmente mermado por las bajas, por unas u otras razones, de tal manera que  tuvimos que jugar con chicas muy pequeñas (pongamos un ejemplo, Tania, de 1º de  Primaria, estaba de portera). Por suerte, los equipos rivales fueron muy deportivos  y jugaron a baja intensidad, dejando que nuestras chicas por lo menos disfrutaran.  Los resultados no dejan lugar a dudas: Fray Juan 0-Otero 4 y Carbonero B-5 Fray  Juan 0. Una lástima no haber podido contar con nuestras exalumnas futboleras.  Otro año será.