Allá por el mes de noviembre de 2014, exactamente el sábado, día 8, comenzaba  la andadura de nuestro colegio en esta I Liga Diversala. Aunque el deporte enseña  de nuestro centro hasta el momento había sido y es el baloncesto, siempre hemos  estado abiertos a cualquier oportunidad educativa de nuestros alumnos, por lo que  enseguida estudiamos la posibilidad de tomar parte en esta liga, montada bajo un  presupuesto formativo (al estilo de la Liga Avispa Calixta) y con una propuesta muy  acertada de adaptación del fútbol a las edades más pequeñas; además, su  objetivos cumplían perfectamente con los parámetros de calidad establecidos en  nuestro propio programa deportivo.  Así que lanzamos la oferta a nuestra comunidad educativa y enseguida tuvimos  cumplida respuesta, en forma de buenos jugadores y un excelente entrenador.  Así quedó compuesto el grupo de equipos participante en la categoría  prebenjamín: 
Resumen de la participación en la I Liga  Diversala 2015 y galería fotográfica
Así quedamos emparejados en la primera jornada: 
Y estas son algunas fotos de esa primera jornada: 
Pues eso, empezamos unos poquitos y muy pequeños (sólo una jugadora,  Rocío, era de segundo de Primaria, que es la máxima edad de la categoría).   Pero se fueron corriendo las voces (”que la liga está muy bien, que los compas  son muy majos y que el entrenador es genial”) y en el siguiente entrenamiento ya  éramos bastantes más. 
Estas son algunas fotos de nuestro segundo partido, que jugamos contra  Hontanares y perdimos por la mínima, 4-5. En este partido ya contábamos con  algún alumno más mayor, como Sara, Sergio y Manuel, de segundo.                   
Y por fin conocieron la alegría del gol, porque “a nadie le amarga un dulce”. 
En la cuarta jornada, estrenamos las camisetas de la organización, un morado  que presagiaba cómo se iban a poner todos los equipos metiéndonos goles a lo  largo de la temporada. Sin ir más lejos, ese día jugábamos contra el Valverde “A” y  se pusieron morados metiéndonos 10-1 (vamos, que en seguida nos tocó ponernos  los petos y combinarnos, por lo que el estreno de camiseta no duró más allá de un  tiempo). Ni sensación; nuestra afición siempre contenta (aunque en codificado) y  nuestros jugadores también. 
Entre pitos y flautas, llegó la Navidad y el año nuevo, pero las cosas seguían  más o menos igual. Morados en la vestimenta (lo que nos duraba) y en el resultado  (ese nos duraba más), pero también igual de felices que el primer día y pensando  todos en los años venideros, cuando ya nos crezcan y sean como el hermano  mayor de Zumosol.   Aquí tenéis algunas fotos de la jornada 8, el 24 de enero, en la que perdimos  10-1 contra el Segosala “A”.